EXPERIENCIA DE UN CLIENTE DE PÓLIZA DE VEHÍCULOS.
- Doris Alcívar
- 7 nov 2017
- 2 Min. de lectura

Haga como mi esposo, hágame caso y asegure su auto.
No importa si es nuevo o usado, no hay mejor inversión que cuidar su inversión.
Mi familia y yo nos radicarnos en Ecuador a fines del año 2012. Trajimos además del menaje de casa, el producto de la venta de algunas cosas que teníamos en Argentina. Con ese dinero compramos un auto usado.
Las parejas negocian. Sé que esta afirmación no es novedosa pero es necesaria para mi historia. Se negocia sobre todo en temas relacionados a la compra de bienes o a la adquisición de servicios. En este caso y, para no hacer muy largo el cuento, compramos un auto año 2002, pese a que yo quería un 0 km; y mi esposo, accedió, a pesar de las dudas, a asegurarlo.
Para él la inseguridad era un poco percepción y otro poco exageración de quienes vivimos en Guayaquil y por tanto, resultaba un gasto innecesario asegurar un auto de esa data.
Insistí y “me hizo caso”.
El tiempo me dio la razón y, fue poco el tiempo que pasó. Al año siguiente de haber comprado un Vitara, que parecía poco apetecible, nos robaron lo que popularmente se conoce como el “cerebro”.
Luego de varios trámites, no tan engorrosos por cierto, y el pago del deducible correspondiente, la aseguradora cubrió la reposición de ese dispositivo que hacía funcionar el carro. Y, aunque pasó algún tiempo en el taller, y las molestias fueron varias, pudimos seguir andando.
Pocos meses después de aquel robo, nuestro vehículo “desapareció” del sitio donde lo habíamos estacionado. Vivíamos en una casa sin garaje y, por eso “durmió” varias noches en la calle hasta que un día, alguien decidió llevárselo.
Aunque estos trámites sí nos causaron mucho tedio y estrés: idas y vueltas a la Fiscalía, policía y aseguradora, logramos recuperar el valor que, para nosotros en ese entonces, era casi todo nuestro capital.
Pudimos comprar un nuevo auto. Nuevo no, nuevamente usado, quise decir. Eso sí, con algunos años menos. Cambiamos de aseguradora, la anterior no debe extrañarnos demasiado, pues en menos de dos años, sufrimos dos siniestros.
Actualmente, tenemos cubierto nuestro Aveo 2008 y, por suerte, no hemos hecho uso de la cobertura. Si para usted pagar la cuota anual del seguro es un gasto innecesario o excede su presupuesto, es porque no ha pasado por la experiencia que le relaté. No espere a que le pase. Ciertamente no se ahorrará un dolor de cabeza pero sí salvará su inversión y al autito que lo lleva a todos lados.












































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